Miércoles, 11 de diciembre de 2019
“Las montañas son importantes para
los jóvenes” es el lema escogido en la conmemoración del Día Internacional de
las Montañas, que celebramos hoy 11 de diciembre. Montañas, juventud y cambio
climático deben ser elementos de reflexión en esta fecha dedicada a las cumbres.
Compartimos, con la sociedad andaluza y nuestras autoridades en particular,
esta declaración sobre el futuro de las montañas.
Estamos asistiendo con la celebración
de la Cumbre del Clima en Madrid a un posicionamiento de la juventud europea y
española, también desde amplios sectores de población, sobre la necesidad de
tomar medidas ante esta emergencia climática que ya sufrimos. Iniciar sin más
demora la transición ecológica hacia un nuevo modelo energético y de desarrollo
sostenible.
Ha llegado el momento de actuar como
ciudadanía, pasando a la acción con actitudes y hábitos dirigidos a reducir el progresivo
calentamiento global. La FAM asume con decisión este desafío. Nuestra Asamblea aprobó
hace unas semanas incorporar al art. 2 de nuestros Estatutos “Abordar y acometer en nuestros equipamientos
y actividades deportivas el uso de energías renovables, la reducción y
paulatina desaparición de elementos contaminantes utilizados en la organización
de nuestras actividades y competiciones, para afrontar decididamente la lucha
contra el cambio climático”. Esto conlleva realizar auditorías ambientales
de nuestras pruebas y campeonatos, reciclaje y reutilización de nuestras
señalizaciones, supresión del plástico o la eliminación del soporte del carnet
federativo. Esto supone que nuestra organización reduzca cada año más de 300 Tm
de emisión de CO2, disminuyendo nuestra huella de carbono, aminorándose de este
modo la emanación de gases de efecto invernadero.
También deseamos que la juventud sea
la protagonista de los cambios futuros. Y en nuestro caso, los/as jóvenes deben
convertirse en guardianes de las montañas y de sus recursos naturales, que
están siendo amenazadas por las graves consecuencias a corto y medio plazo del
cambio climático. Las amenazas ya están aquí, cada vez hay menos nieve en las
cumbres, los glaciares están al borde de la extinción.
Hacemos un llamamiento a los jóvenes de
nuestra tierra a tomar la iniciativa y reivindiquen que los pueblos de montaña
sean fuentes de generación de riqueza, reciban más atención, inversiones y
planes específicos para frenar el gran riesgo de despoblación que sufren en la
última década. La migración de las montañas conduce al abandono de la
agricultura, a la degradación del suelo y a la pérdida de los valores
culturales y de las tradiciones antiguas.
Desde la Federación Andaluza de Montañismo
apostamos por planes de inversiones dirigidas a reducir el gran déficit de
Andalucía en infraestructuras de montaña destinadas a una oferta de
equipamientos básicos como refugios y albergues de montaña, senderos
homologados, barrancos y vías de escalada… que nos ponga a la altura de las
autonomías del sistema pirenaico que han hecho de estos recursos una “industria
verde”. Ella atrae anualmente a millones de visitantes, generando riqueza a sus
poblaciones de montaña.
En estos tiempos de estrés y vida acelerada,
la montaña es el mejor lugar donde descubrir lo sublime del ser humano. En su
entorno la vida encuentra su verdadero sentido. Conservemos nuestras cumbres salvajes
como los últimos espacios de libertad. El lenguaje de la montaña es el de los
principios éticos del ser humano: el esfuerzo, superación, amistad y
solidaridad. Estos son nuestros principios… y nuestros valores. Pero para que haya
montañismo debe haber “montañeses”. Por eso postulamos que la juventud de
nuestros pueblos rurales permanezca como sus antepasados: viviendo de la montaña
y en la montaña.
Como enfatiza con acierto Joaquín
Araujo, nuestro admirado defensor de las montañas, “La rebeldía de los jóvenes
es la última esperanza que nos queda”
Esta es nuestra pretensión en este
Día Internacional de las Montañas de 2019.
Julio G.
Perea Cañas.
Presidente
de la Federación Andaluza de Montañismo.